A nosotros, lo que nos parece lo más importante para atender
la diversidad en el aula, es que estudiantes de diferentes capacidades puedan aprender
con aprovechamiento. Esto va a ser lo que más vamos a experimentar en nuestra
vida futura como docentes.
Estamos todos acostumbrados a ser alumnos de una escuela en
la que el la teoría curricular Técnica, cuya base son las clases magistrales y
al tomar el libro de texto como casi la única referencia a la hora de adquirir
conocimientos, es lo único que ha habido.
Gracias a Dios, las cosas han ido cambiando, y mediante
leyes orgánicas, estudios de aprendizaje y demás, otras teorías curriculares
han empezado a cobrar fuerza y, aunque todavía lo impuesto es la técnica, vemos
un cierto cambio.
Para enseñar en la diversidad, creemos que debemos dejar
atrás la teoría curricular técnica y centrarnos más en la Práctica, que además
de utilizar métodos más dinámicos y creemos que mejores, hace pensar a los
estudiantes de forma más crítica.
En esta teoría curricular, se han incluido unas cuantas
experiencias educativas innovadoras en cuanto al funcionamiento de la clase,
como:
- El
Aprendizaje Orientado a Proyectos (AOP, POL)
Se hacen proyectos multidisciplinares con
numerosas tareas, materias y organizaciones diferentes, que afianzan el espíritu
cooperativo y podemos adaptar diferentes partes del proyecto a diferentes
alumnos
o
-
El Aprendizaje Colaborativo
Los grupos heterogéneos son una forma de agrupamiento
que consiste en crear equipos en los que haya estudiantes con diferentes capacidades, desde
aprendices a expertos en un tema específico, o con diferentes niveles de
habilidad. Estos equipos pueden realizar tareas en común, de tal manera que
aprenden a organizarse, compartir conocimientos y capacidades y llegar a un
buen resultado común
Esto nos hace pensar, que hay que considerar diferentes
modalidades de agrupamiento
de alumnos (individual, pequeño o gran grupo) que permita la puesta en práctica
de metodologías variadas
(enseñanza tutorada, colaborativa o cooperativa), así como la flexibilización de los grupos y
tiempos. Así, por ejemplo, ¿por qué han de durar todas las sesiones lo mismo?
Sería conveniente diversificar los tiempos dependiendo del tipo de actividad,
del tamaño de grupo, el nivel de los alumnos, etc.
En cuanto al currículo, éste debe ser abierto, hacer uso de
la libertad de cátedra de cada docente. Los contenidos curriculares deben ser
bastante abiertos, para poder adaptar lo que queremos enseñar a cada necesidad
de cada momento.
Una idea que
hemos visto en Internet y que nos ha parecido una buena práctica, es la de hacer
modificaciones en el currículo contando con la intervención de los propios
alumnos, pidiéndoles que hagan sugerencias para adaptar unidades, contenidos,
ejemplos, y modificándolos de acuerdo a sus propios intereses.